¿Has visto alguna vez el vestido de una bailaora de flamenco abanicándose al compás? Eso es lo que te recordarán nuestras Flamencos. Estas flores de bordes ondulados parecen bailar y ondular. Cuando toques los pétalos, que tanto recuerdan al delicado tejido del vestido de una bailaora, sentirás un grosor considerablemente mayor al de un pétalo normal de gladiola.
Un lugar especial
Este grupo de gladiolas merece un lugar especial en tu jardín. Las flores tienen una forma agraciada y unos colores suaves y apacibles. También llama la atención la textura de los pétalos: los pétalos de las Flamencos son más gruesos que los de otras gladiolas y tienen un aspecto ligeramente borroso. ¡No podrás resistirte a tocarlos! Una gladiola excepcionalmente bella para calurosas tardes de verano.
Veranos ajetreados
Las Flamencos son increíblemente atractivas para las abejas. ¡Tu jardín estará repleto de estos provechosos bichitos durante todo el verano!